Después de 84 años de sembrado, el FICUS, el árbol
emblemático de Tumaco, el símbolo orgullo de nuestra isla, la historia no
escrita de nuestro terruño, el corazón del Parque Colon, ha dejado de latir.
El sábado, 24 de diciembre de 2.011, cuando el reloj marcaba
las 4.45 de la madrugada, cuando la aurora despuntaba y las aves del Parque
Colon abandonaban sus nidos construidos en este añoso pero majestuoso árbol, la
tierra se estremeció y un profundo lamento, como un último estertor salió del corazón de nuestro Ficus. Con profundo dolor y estremecidos de pesar
veíamos como se desprendió la parte oriental de su corpulento contextura, de su
follaje que señalaba hacia el Centro de salud de puertos y en contados segundo
la del otro extremo oriental, es decir el follaje que marcaba hacia la Catedral.
El Ficus se partía en dos desde lo profundo de su corazón hasta sus raíces.
Nos acostumbramos a la sombra de este
enorme ficus que emigro de Senegal y que caracterizaba el tradicional parque
Colon; tertuliaderos de ambulantes ocasionales, de camaradas jubilados y sombra
de furtivos amantes que siempre regresaban a escampar sus soledades.
Por testimonio de la profesora Lidia Góngora, sabemos que este
hermoso árbol fue traído de Senegal África por el coronel Roberto Pio Quiñones,
su abuelo, en el año de 1906 y sembrado el 6 de agosto
del mismo año por su esposa Libia Belalcazar en un terreno donado por la señora
Amelia Duclerc en lo que hoy se conoce como el parque Colon; tiene una
característica muy especial, que su respiración fuera de hacerla por las hojas,
las hace también por sus raíces colgantes.
En el año de 1928, siendo Personero Municipal don Efraín
Llorente y Presidente del Consejo don Manuel Ardila y por considerar que el
árbol ofrecía peligro de desplomarse por
haber sido plantado muy superficialmente, ordenaron talarlo. Gracias a Dios el jardinero
de ese entonces don Jorge Amador Meza logró sacar dos retoños lo que hasta hoy
es un secreto, porque nunca se ha podido saber cómo hizo para reproducirlo; ya
que se han intentado todo lo posible para logra sacar otros retoños y no se ha
podido
Uno de los dos renuevos del primer árbol se sembró con mayor
profundidad en el mismo lugar donde estaba el anterior; el otro
fue sembrado en el lugar donde se encuentra actualmente
el colegio Santa Teresita (sección bachillerato), que
para su construcción fue talado. El Ficus del parque
Colon, en algún tiempo se clasificó como el segundo mejor árbol de Colombia en
un parque urbano.
Hace unos 18 años nuestro ficus del Parque Colon empezó a
secarse y se creyó que se moría, e inmediatamente con la ayuda del doctor Leonardo Sansón, Gerente de Puertos en ese entonces, se logro que una comisión de biólogos
del Jardín Botánico de Bogotá le recuperara su salud. En el año
2010, la oficina de la Desarrollo Rural y del Ambiente en representación de la
Alcaldía Municipal, emprendió una nueva campaña de recuperación del árbol
insigne de nuestra ciudad, que presentaba caída constante de sus hojas.
La Administración Municipal
preocupada por esta situación asigno a la UMATA, para tomar medidas inmediatas
que determinaran que sucedía con el árbol, la UMATA a su vez traslado oficio de
solicitud de apoyo al ICA y de manera conjunta hicieron el respectivo análisis,
dando como resultado insuficiencia nutricional, desfloración y renovación de
hojas; por tal motivo se logro el apoyo de la FAO con la consecución de abono
orgánico para iniciar su tratamiento. El
día 23 de Junio del 2.010 en horas de la mañana se dio inicio a este proceso
con la presencia de dos ingenieros agroforestales y un técnico, además del
acompañamiento de algunos funcionarios de la secretaría de planeación
Municipal.
Pero, no daba más, ya no mostraba
un halito de vida, las inclemencias del tiempo, las secuelas de los años
vividos, el peso de los años y la carga de "matapalos" que soportaba pudieron más
que el amor de los tumaqueños; el coloso que se erguía majestuoso e imponente
sobre los cielos del Mar de Balboa, yace hoy de bruces sobre las cálidas arenas
de la Perla del Pacifico.
