lunes, 26 de diciembre de 2011

EL CORAZON DE TUMACO SE DESGARRA


Después de 84 años de sembrado, el FICUS, el árbol emblemático de Tumaco, el símbolo orgullo de nuestra isla, la historia no escrita de nuestro terruño, el corazón del Parque Colon, ha dejado de latir.
El sábado, 24 de diciembre de 2.011, cuando el reloj marcaba las 4.45 de la madrugada, cuando la aurora despuntaba y las aves del Parque Colon abandonaban sus nidos construidos en este añoso pero majestuoso árbol, la tierra se estremeció y un profundo lamento, como un último estertor  salió del corazón de nuestro Ficus.  Con profundo dolor y estremecidos de pesar veíamos como se desprendió la parte oriental de su corpulento contextura, de su follaje que señalaba hacia el Centro de salud de puertos y en contados segundo la del otro extremo oriental, es decir el follaje que marcaba hacia la Catedral. El Ficus se partía en dos desde lo profundo de su corazón hasta sus raíces. 

Nos acostumbramos a la sombra de este enorme ficus que emigro de Senegal y que caracterizaba el tradicional parque Colon; tertuliaderos de ambulantes ocasionales, de camaradas jubilados y sombra de furtivos amantes que siempre regresaban a escampar sus soledades.
Por testimonio de la profesora Lidia Góngora, sabemos que este hermoso árbol fue traído de Senegal África por el coronel Roberto Pio Quiñones, su abuelo, en el año de 1906 y sembrado el 6 de agosto del mismo año por su esposa Libia Belalcazar en un terreno donado por la señora Amelia Duclerc en lo que hoy se conoce como el parque Colon; tiene una característica muy especial, que su respiración fuera de hacerla por las hojas, las hace también por sus raíces colgantes.
En el año de 1928, siendo Personero Municipal don Efraín Llorente y Presidente del Consejo don Manuel Ardila y por considerar que el árbol ofrecía peligro de desplomarse  por haber sido plantado muy superficialmente, ordenaron talarlo. Gracias a Dios el jardinero de ese entonces don Jorge Amador Meza logró sacar dos retoños lo que hasta hoy es un secreto, porque nunca se ha podido saber cómo hizo para reproducirlo; ya que se han intentado todo lo posible para logra sacar otros retoños y no se ha podido
Uno de los dos renuevos del primer árbol se sembró con mayor profundidad en el mismo lugar donde estaba el anterior; el otro fue sembrado en el lugar donde se encuentra actualmente el colegio Santa Teresita (sección bachillerato), que para su construcción fue talado. El Ficus del parque Colon, en algún tiempo se clasificó como el segundo mejor árbol de Colombia en un parque urbano.
Hace unos 18 años nuestro ficus del Parque Colon empezó a secarse y se creyó que se moría, e inmediatamente con la ayuda del doctor Leonardo Sansón, Gerente de Puertos en ese entonces, se logro que una comisión de biólogos del Jardín Botánico de Bogotá le recuperara su salud. En el año 2010, la oficina de la Desarrollo Rural y del Ambiente en representación de la Alcaldía Municipal, emprendió una nueva campaña de recuperación del árbol insigne de nuestra ciudad, que presentaba caída constante de sus hojas.

La Administración Municipal preocupada por esta situación asigno a la UMATA, para tomar medidas inmediatas que determinaran que sucedía con el árbol, la UMATA a su vez traslado oficio de solicitud de apoyo al ICA y de manera conjunta hicieron el respectivo análisis, dando como resultado insuficiencia nutricional, desfloración y renovación de hojas; por tal motivo se logro el apoyo de la FAO con la consecución de abono orgánico para iniciar su tratamiento.  El día 23 de Junio del 2.010 en horas de la mañana se dio inicio a este proceso con la presencia de dos ingenieros agroforestales y un técnico, además del acompañamiento de algunos funcionarios de la secretaría de planeación Municipal.
Pero, no daba más, ya no mostraba un halito de vida, las inclemencias del tiempo, las secuelas de los años vividos, el peso de los años y la carga de "matapalos" que soportaba pudieron más que el amor de los tumaqueños; el coloso que se erguía majestuoso e imponente sobre los cielos del Mar de Balboa, yace hoy de bruces sobre las cálidas arenas de la Perla del Pacifico.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

“CABALLITO GARCÉS"

SEGUNDO LEONIDAS CASTILLO GARCÉS

Este cantautor Tumaqueño de gran renombre nace el 3 de Mayo de 1916. Conocido popularmente como “Caballito Garcés” dedico toda su vida al canto y a la música e irradiar alegría a quienes les rodeaban.  Su padre don Leonidas Garcés y su madre doña Isabel Castillo. Cuando apenas tenia 14 años de edad, pensó irse de polizón a Alemania o a alguna parte lejana, pero por falta de cálculos en el tiempo de viaje, desembarcó en Buenaventura, pensando que ya estaba en algún lugar del extranjero.

En Buenaventura vivió por más de 20 años y fue allí donde empezó a componer canciones y conformó un trío, siendo sus compañeros Petronio Álvarez (autor de “Mi Buenaventura”) y Tomás Cerón. “La muy indigna, El canalete, La Mujer de Roberto, Jonás, El Marido; son solo algunas de las muchas que compuso a lo largo de su vida bohemia y lisonjera.

Después de vivir en Buenaventura un buen tiempo, se volvió para su tierra natal, Tumaco, donde compartió su música con algunos viejos amigos, pero en los primeros años de la década de los sesenta, salió para Cartagena, llevando una foca para venderla en el Parque Zoológico de esa ciudad.  A los pocos días de estar allí se fue a vivir a Barranquilla. Allí formo un hogar con la Señora Dolores Rojas, con quien tuvo cinco hijos, más dos que había tenido en Palmira, siendo el nombre de una de sus hijas María Victoria Castillo Rojas.

El seudónimo de “Caballito”, fue dado por algunos amigos de sus juventud a causa de sus baja estatura y como buen hombre del Pacifico, amante de las mujeres, el buen vino y el baile.

Invitado al Primer Festival del Currulao, realizado el 6,7 y 8 de diciembre de 1989 en el que se le hizo un merecido reconocimiento, vino desde Barranquilla en donde hacia mucho tiempo que estaba radicado, para quedarse para siempre en esta tierra que le vio nacer, en donde fallece el 23 de marzo de 1995 y es cuando mas de una decena de miles de personas le despidieron al ritmo de las melodías que compusiera.

Lo que mas le gusto a “Caballito Garcés” fue divertirse con su guitarra, instrumento que siempre lo acompaño para sobreponerse a la nostalgia que a menudo le embargaba. Lo que sabia, lo aprendió de la vida misma; y pesar de todo murió literalmente en el olvido.

Su guitarra fue Adquirida por la Casa de la  Cultura y se encuentra en su Museo; en el Barrio La Florida de la ciudad, se construyó un parque que fue inaugurado el 10 de septiembre de 2.011 y lleva su nombre en reconocimiento a su trayectoria artística y cultural. Se conocen 21 canciones inéditas registradas en la notaria y mas de ochenta sin registrar;  dos hijos en Palmira y otros cinco en Barranquilla.

Tomado de “Tumaco Ayer y Hoy”